ACEPTE LA AYUDA DE DIOS

TEMA: ACEPTE LA AYUDA DE DIOS
CITA BASE: SALMOS 121:1-2

“Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.”

LA DISTRACCIÓN ES UNA POSICIÓN QUE IMPIDE ACEPTAR LA AYUDA DE DIOS

Los accidentes de tránsito ocurren por tantas distracciones.
- Por ir con el teléfono. 
La ley de tránsito dice que el motorista no debe distraerse si hay un paisaje bonito o si hay algún accidente no distraerse. 

- Por no concentrarse. Por ir pensando en problemas etc. (el último accidente que tuve)

Las distracciones lo llevan al cementerio, al hospital, a la cárcel o lo llevan a la quiebra.

Personajes que se distrajeron:

- David con Betsabé
- Sansón con Dalila
- La mujer de Lot con las posesiones materiales (dejo la cartera llena de billete)
Comúnmente las distracciones en el hombre es la codicia a la mujer.
En la mujer es el dinero.

Unos estan distraidos en:

1. La mentira

2. Lo material

3. Costumbres y tradiciones del mundo

4. Malgastar el dinero

Las distracciones impiden que aceptemos la ayuda de Dios.
Se distraen con las cosas que el mundo les ofrece.
Lo que el mundo ofrece es temporal, lo que Jesús nos ofrece es VIDA ETERNA.

Muchos viven vacíos porque viven distraídos y no ven la mano de Dios que les dice YO TE AYUDO.
No tienen paz, están enfermos, etc.

El maestro ¿cuánto ayuda al alumno?, que muchas veces hasta se tolera las distracciones (mala conducta) para que aprenda, porque el deseo de todo maestro es que querer ayudar para que sea prospero, para que aprenda a caminar en el camino correcto.

Jesús es el maestro de maestros. Así es Jesús con tantos… queriendo ayudar para que aprendan que no hay otro camino, verdad, vida que Jesús.
Pero muchos desprecian, rechazan, ignoran la ayuda de Dios.

Así como hay alumnos distraídos que no les importa las clases, así hay personas que les importa más otras cosas que son temporales que el beneficio que se tiene al aceptar la ayuda de Dios.

Cuantos ahora no aceptan la ayuda de Dios porque están distraídos y porque le están dando más valor:

1.      el hablar chambres en vez de hablar el evangelio,

2.      a la mentira que a la verdad,

3.      a lo material que a lo espiritual,

4.      a las cosas del mundo que a las cosas de Dios,

5.      al negocio que a los cultos (ahora en transmisión),

6.      a invertir su dinero en otras cosas que en la obra de Dios (muchos se dan el lujo en decir “aquí hay pisto” pero es una lástima que en vez de invertirlo a la obra de Dios lo malgasta en otras cosas, marchándose como agua en las manos,)

7. Usan la herramienta de manera incorrecta.

Pasar tiempo en Facebook pero no para congregarse, ni para leer La Biblia, sino para ver los chambres, la codicia y la vanidad de este mundo.
Lo usan para conectarse con otras personas pero no para conectarse con la presencia de Dios.

EL ESTAR ENFOCADO EN LO MATERIAL IMPIDE ACEPTAR LA AYUDA DE DIOS.

En este tiempo final, muchos cristianos(as) que se han vuelto tibios y no están viendo a Jesús como su ayuda.

Están viendo otras cosas como su ayuda y se han olvidado que de Jesús viene la ayuda.
Están siendo obedientes a su propia opinión, pero desobedientes a la voz de Dios.

Hay muchos, que el tiempo lo están mal administrando en sus deleites y afanes, porque según ellos que de ahí viene su ayuda. Pero para mí: “Mi socorro viene del Señor que hizo los cielos y la tierra”

Hay muchos que tienen tiempo para todo pero menos para los cultos, y esto es una lástima y duele el corazón en ver la prioridad en que muchos ahora tienen. (Leer Lucas 10:41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. 42 Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.)

Si usted es una de esas personas, le digo con todo el amor de Dios que abra sus ojos y mire a Jesús porque de Jesús depende toda nuestra ayuda. (Leer Mateo 6:33)

Escoja la buena parte como María, que es escuchar La Palabra de Dios. (Leer Lucas 10:39,42)
Escuchando La Palabra de Dios es como usted escoge la buena parte.

Escrito por: Hno. Edwin Martínez