domingo, 30 de abril de 2023

OLVIDA EL PASADO

 

OLVIDA EL PASADO

Filipenses 3:13 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,”

Dentro de un grupo de personas que no pueden disfrutar de la vida, que no pueden disfrutar de las bendiciones de Dios, es porque siempre están pensando en el pasado.
Le dan prioridad al pasando.

Una cosa hago: Olvidar lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante.

Hay gente que no puede crecer en la Iglesia porque se recuerdan de lo mal que le hablaron, de lo mal que lo hicieron sentir, de lo mal que le trataron.
Por esas cosas que no quiere olvidar no siente el deseo de congregarse, no siente el deseo de cantar, no siente el deseo de alabar a Dios, no siente el deseo de servir en la obra del Señor… anoche le predicaba no retengas basura en tu mente; expulsa esa basura. OLVIDA EL PASADO.

José olvido su pasado, olvido todo lo que sus hermanos le hicieron.
Daniel olvido su pasado, olvido todo lo que sus compañeros de trabajo le hicieron.

¿Qué hubiera sucedido si estos hombres no hubieran olvidado el pasado?
No triunfan; se estancan o vuelven atrás.
No significa que no les dieron ganas de ya no seguir.
Son humanos, sintieron ganas de ya no seguir, sintieron ganas de tirar la toalla, sintieron ganas de volver atrás.
¿Qué hicieron ellos?
Una cosa hago: Olvidar lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante.

Daniel se sintió traicionado por sus compañeros de trabajo porque por culpa de ellos lo tiraron a los leones para que se lo comieran.
Lo que hace la envidia.

Cuando a Daniel lo tiraron al foso de los leones, Dios lo protegió.
Cuando a ti te tiran a la maldición, Dios te protege.

Daniel amaba a Dios.
Cuando tú amas a Dios, todas las cosas te van ayudar para bien.

Daniel no se puso a renegar, ni a maldecir a quienes lo habían tirado a los leones para que se lo comieran.
Daniel olvido y le dio gracias a Dios y alabo a Dios.

Tantos creyentes que se han estancados porque no olvidaron el pasado.
No retroceden ni avanzan.
Es el deseo de Dios que crezcas, que sigas avanzando por más, pero no lo vas a poder lograr si no olvidas lo que queda atrás. OLVIDA EL PASADO

Tantos creyentes que han vuelto atrás porque no olvidaron el pasado.
Guardan rencor, odio, resentimiento, amargura.

¿A quién le hizo mal con volver atrás?
A nadie le hizo mal, se hizo mal así mismo.

No se establecen, no perseveran porque no olvida el pasado.
Con una actitud así, no se puede seguir hacia adelante.
Es necesario olvidar el pasado.

Cuando tú recibes el perdón de Dios, Él olvida tu pasado.

Isaías 43:18 “No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.”
Si Dios le dice que olvide el pasado es porque Dios no quiere que usted siga sufriendo, siga muriendo paso a paso, que siga viviendo en la miseria.
Si Dios le dice que olvide el pasado es porque Dios desea que usted sea un hombre victorioso, una mujer victoriosa.

2Corintios 5:17 “…las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas”
Usted puede decir “pastor es que no puede olvidar el pasado”
¿Por qué no puedes olvidar el pasado, vives en el pasado?
Es porque no has nacido de nuevo.
                ¿Cómo se nace de nuevo? ...
                ¿Para qué se nace de nuevo?...

Una mujer que va de viaje se encontró con la que le había levantado chambres.
¿Usted que cree que hizo la mujer, disfruto el viaje o se puso a pelear recordando todo lo que le hizo?

Muchas veces a nosotros así nos pasa.
Si no olvidamos el pasado, sino olvida lo que queda atrás puede perder el viaje.
“…las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas”

Esta buena la oferta, la oportunidad. Hasta que tenemos vida nueva podemos decir: las cosas viejas pasaron, he olvidado el pasado.

Lo que pasa cuando no queremos olvidar el pasado es que dan ganas de ya no seguir; se estanca o vuelve atrás.
Pasa como la señorita que decía “aunque me dejes, nunca te voy a dejar de amar, vos sos y serás el único, no me enamorare de otro” mírela 3 o 4 meses después ya andaba de novia de otro cipote.
¿Por qué? se olvidó del cipote y se olvido de lo que dijo; SE OLVIDO DEL PASADO.

El creyente que se rebusca para seguir avanzando es porque esta dispuesto a olvidar el mundo, olvidar el pasado.
¿Por qué hay creyentes que no pueden dar un pasito, otro pasito en la obra del Señor?
Porque no quieren olvidar el pasado.

La mujer de Lot ¿Por qué volvió atrás?
Porque no quería olvidar el pasado.
Lot y su familia finalmente se movieron para escapar, es decir, para ser salvos de la destrucción de Sodoma y Gomorra.
Esta mujer desde que tomó la decisión de seguir a su marido Lot, iba caminando por su salvación, ya estaba salva pero desde que ella comenzó a recordar el pasado, el mundo, le dieron ganas de volver atrás y no solo lo pensó sino que acciono también y ahí pierde su salvación por no olvidar el pasado.

Seamos como Lot, que por lo menos a su familia ayuda a salvar.
No seamos como la mujer de Lot que no deja pensar en el pasado, no olvida el pasado.

Dios siempre manda ángeles para que seamos guiados a seguir hacia adelante, para avanzar, pero no vamos a poder avanzar si tú no olvidas el pasado.
A Dios no le interesa si eres el peor pecador, lo que a Él le interesa es transformarte, salvarte.
Isaías 43:25 “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.”
Si Dios está dispuesto a olvidar lo rebelde que hemos sido con Él, ¿por qué usted no olvida el pasado?

La familia de Lot vivía en rebeldía, vivía perdidamente, pero Dios olvido lo que ellos eran y les mando 2 ángeles para ser restaurados, para avanzar por su salvación.
Dios le mando 2 ángeles a esta familia.
Todos se salvaron menos la mujer de Lot que no olvido el pasado.

Romanos 12:2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”

Filipenses 3:13 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,”

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